Sanar verdaderamente las heridas significa permanecer en contacto con uno mismo, atreviéndose a tocar espacios personales que han quedado postergados e invitarlos a conversar”
La separación de la pareja es una crisis que puede y debe vivirse desde el aprendizaje, desde el crecimiento tanto personal como de los otros, desde el amor y la responsabilidad. La separación es un proceso que incluye varios duelos que se superponen y que cada persona vivirá de acuerdo a sus características personales, su historia familiar y social.
El trabajo y acompañamiento en este proceso, se inicia a través de una sesión donde se evalúa, conjuntamente, el espacio terapéutico que mejor resuene con el momento psico-emocional y necesidades de la persona.